viernes, 14 de octubre de 2011

TRAFALGAR

 La Batalla de Trafalgar fue una batalla naval que tuvo lugar el 21 de octubre de 1805, en el marco de la tercera coalición iniciada por Reino Unido, Austria, Rusia, Nápoles y Suecia para intentar derrocar a Napoleón Bonaparte del trono imperial y disolver la influencia militar francesa existente en Europa. Tuvo lugar cerca del cabo Trafalgar (provincia de Cádiz), donde se enfrentaron los aliados Francia y España (al mando del vicealmirante francés Pierre Villeneuve, bajo cuyo mando estaba por parte española el teniente general del mar Federico Gravina) contra la armada británica al mando del vicealmirante Horatio Nelson.
Los acontecimientos históricos que precedieron a esta batalla se han de encontrar en el intento frustrado por parte de Napoleón de invadir las islas Británicas, en el que la escuadra franco-española debía distraer a la flota británica y alejarla del Canal de la Mancha para dirigirla hacia sus posesiones en las Indias Occidentales. Este plan de distracción fracasó, y se agravó con la consiguiente derrota de Finisterre[3] (22 de julio de 1805). Tras esta derrota, la flota se dirigió al puerto de Cádiz, de donde zarparía el 19 de octubre hacia Trafalgar.



 Trasfondo histórico y antecedentes

La reciente alianza entre Carlos IV de España y Napoleón I de Francia, merced a los tratados de San Ildefonso[4] (1796) y Aranjuez[5] (1800) firmados con la anterior República Francesa y por el interés de la recuperación de Gibraltar, obligaban a España no sólo a contribuir económicamente a las guerras de Napoleón, sino a poner a disposición de éste la Armada[6] [7] para combatir a la flota inglesa que amenazaba las posesiones francesas del Caribe.
Dado que la intención última que perseguía Napoleón al querer anular a la flota inglesa era abrirse camino para una futura invasión de las Islas Británicas, se urdió un elaborado plan para distraer a la marina inglesa mientras se efectuaban los preparativos de dicha invasión. Al tiempo que las numerosas tropas de infantería francesas se agrupaban en Boulogne-sur-Mer (cerca del paso de Calais) a la espera de transporte marítimo, la escuadra francesa al mando de Villeneuve se uniría con la española, iniciando una acción sobre las posesiones inglesas del Caribe que tenían como finalidad atraer al afamado almirante Nelson a la zona, alejándolo del Canal de la Mancha.


Nelson llegó finalmente a la isla de Antigua a principios de junio de 1805. Mientras tanto, la escuadra combinada dio media vuelta y abandonó el Caribe rumbo a la costa atlántica francesa. Pero al llegar a las costas gallegas, la combinada se encontró con la flota que mandaba el almirante Robert Calder, que, avisado del retorno de la flota mandada por Villeneuve, levantó el sitio sobre los puertos de Rochefort y Ferrol y marchó hacia el cabo Finisterre, donde ambas se enfrentaron el 22 de julio. Tras horas de combate, el almirante Calder manda cesar el fuego al echarse la noche.
A la mañana siguiente, con niebla y una confusión general, ambas flotas se encuentran a 27 km. de distancia. Calder, con dos navíos españoles capturados y evitando otro combate con la intención de no dañar más aún sus navíos, marcha rumbo norte. Villeneuve se dirige al puerto de La Coruña, donde llega el 1 de agosto, con la intención de reparar sus navíos. Desobedeciendo las órdenes de Napoleón —que le mandaban dirigirse a Brest y Boulogne— se dirige hacia el sur, refugiándose en el puerto de Cádiz, a donde llega el 21 de agosto.



Visto desde una perspectiva histórica es posible que esta retirada le sirviera a Napoleón para continuar en el poder, ya que es dudoso que, de haber embarcado a su Grande Armée[8] hacia Inglaterra, hubiera podido resistir a las fuerzas combinadas de Austria y Rusia que estaban preparando el ataque por el este y a las que, con posterioridad, vencería en la batalla de Austerlitz.[9] Por lo que sea, por suerte o por casualidad, la derrota que la flota combinada sufriría en Trafalgar afianzaría la posición de Napoleón en el continente. Aunque haber conseguido vencer a Inglaterra hubiera sido un gran espaldarazo a sus planes europeos, y todo un cambio de rumbo estratégico del continente. Quizás incluso hubiera anulado a rusos y austriacos, los cuales dependían del suministro marítimo británico, dado el bloqueo continental[10] existente. Con la flota franco-española atracada en el puerto de Cádiz, Napoleón cambió de estrategia y ordenó que se dirigieran a apoyar el bloqueo de Nápoles, al tiempo que enviaba un sustituto para Villeneuve, que había caído en desgracia a ojos del Emperador. La llegada del sustituto de Villenueve pudo ser uno de los motivos por el cual se adelantó la salida de la flota hacia Trafalgar.



La reciente epidemia de fiebre amarilla que había azotado Andalucía entre 1802 y 1804 dejó a la flota española sin la cantidad suficiente de tripulantes, por lo que muchos de los marineros tuvieron que ser reclutados en una apresurada y obligada leva. Estos marineros eran de diversos orígenes: mendigos, campesinos, soldados de infantería... Por otro lado, el estado mismo de los buques era lamentable, tanto que algunos capitanes españoles habían sufragado de su bolsillo las reparaciones y la pintura de sus barcos para no quedar deshonrados ante los capitanes franceses. El marqués de la Ensenada consiguió, durante el reinado de Fernando VI, modernizar la vieja marina española y aumentar su prestigio, que ya se iba deteriorando. Además, a él se le debió la ampliación de los astilleros de Cádiz, Cartagena, Ferrol y La Habana, de donde salieron algunos de los barcos participantes en Trafalgar. La modernización de la Armada era una necesidad de urgencia, que si bien se mantenía en pie como para intentar defender el Imperio, ya no estaba en condiciones de sostener un combate a gran escala contra la más moderna de las flotas.
El general Mazarredo llegó a comentar lo siguiente acerca de la composición de la flota en su momento: «Llenamos los buques de una porción de ancianos, de achacosos, de enfermos e inútiles para la mar». Estas palabras serían más tarde refrendadas por el mayor general don Antonio de Escaño, que escribió en su Informe sobre la Escuadra del Mediterráneo lo siguiente: «Esta escuadra hará vestir de luto a la Nación en caso de un combate, labrando la afrenta del que tenga la desventura de mandarla». De forma que se puede observar la impresión pesimista que los oficiales de la flota española tenían antes de la batalla. Incluso los altos mandos españoles habían expresado las nulas posibilidades en un enfrentamiento directo contra la flota inglesa, y propusieron una estrategia de esperar en el puerto el paso del invierno, a la par que la flota inglesa podía verse debilitada en la mar mientras los bloqueaban y soportaban las tormentas que pudieran surgir.



WATERLOO


Batalla de Waterloo (francés: watɛʁ'lo), combate librado entre el ejército francés comandado por el emperador Napoleón Bonaparte frente a las tropas británicas, holandesas y alemanas dirigidas por el Duque de Wellington y el ejército prusiano del Mariscal de Campo Gebhard Leberecht von Blücher, cerca de la ciudad de Waterloo (Bélgica), el 18 de junio de 1815.
Tras la vuelta del emperador de su exilio en la isla de Elba, y al reunirse la Séptima Coalición contra él, Napoleón decide invadir los Países Bajos donde se están reuniendo tropas de la Coalición. Se enmarca dentro de los denominados Cien Días (véanse las Guerras Napoleónicas).
Se considera como parte de la Campaña de Waterloo todos los combates que van desde los primeros encuentros entre las tropas francesas con los destacamentos prusianos el 15 de junio, hasta la retirada final del ejército francés el día 18. Incluyendo dentro de su contexto los combates librados en el pueblo de Ligny, en Quatre Bras, Wavre y el monte Saint-Jean (que ha venido denominándose también como Waterloo).


 Tropas desplegadas en las batallas de la Campaña de 1815

Durante los combates de Ligny, a lo largo de un frente de 11 kilómetros, participaron(1) en el bando francés 80.000 soldados y 210 cañones, las bajas estimadas fueron de 11.500 (14%). Los prusianos desplegaron 84.000 soldados y 224 cañones, las bajas estimadas fueron de 25.000 (30%).
En Quatre Bras, un frente de unos 5 kilómetros, el bando francés contó con 24.000 soldados y entre 60 y 92 cañones y, las bajas estimadas fueron de 4.000 (17%). Las tropas aliadas que participaron en los combates fueron 36.000 soldados y 42 cañones, de las cuales se calcula un total de 4.800 bajas.
Durante la jornada de Mt. Saint Jean (Waterloo), en un frente de unos 8 kilómetros, los franceses contaron con 72.000 efectivos y 246 cañones y se estima un total de 41.000 bajas (57%). En el bando aliado participaron hasta 140.000 (inicialmente 68.000) soldados y 200 cañones (inicialmente 156) y, las bajas estimadas fueron 22.000 (16%). En Wavre, un frente de unos 5 kilómetros, las tropas francesas se componían de 33.000 soldados y 80 cañones y las bajas estimadas fueron de 2.500 (7,5%). Las fuerzas prusianas fueron de 17.000 soldados y 48 cañones y las bajas fueron unas 2.500 (14,5%).
El total de tropas que participaron(2) fue de 122.721 y 366 cañones por parte de los franceses; 117.000 prusianos y 296 cañones, más 110.000 aliados y 222 cañones. Las bajas totales (incluyendo desertores, prisioneros y heridos graves) fueron para los franceses de unas 60.000 y para los aliados unas 55.000.
(1): todos los datos están sacados de la obra de David Chandler, The Campaigns of Napoleon - 1966 (Ver referencias), discrepan de los datos de Mark Adkin, The Complete Waterloo Companion, 2001 (probablemente más precisos que Chandler) (Ver referencias)
(2): hay que tener en cuenta que el total no es la suma de todos los datos, pues muchos soldados participaron en diversas jornadas.


 Ejército de Wellington (Ejército Aliado)

El ejército de Wellington, una fuerza multinacional de 68.000 hombres (25.000 británicos, 17.000 belgas y holandeses, 10.000 hanoverianos, 7.000 hombres de Brunswick, 6.000 hombres de la King's German Legion -Real Legión Alemana- y 3.000 hombres de Nassau; la distribución en armas se componían de más de 50,000 infantes, 11.000 jinetes y 6.000 artilleros con 150 cañones), estaba organizado del siguiente modo:
  • Primer cuerpo: Príncipe Guillermo VII de Orange -futuro Guillermo II de los Países Bajos-(dos divisiones británicas, una belga y otra holandesa).
  • Segundo cuerpo: Teniente general Lord Rowland Hill (dos divisiones británicas, una aliada, más una brigada adicional belga-holandesa.
  • Reserva: Duque de Wellington (dos divisiones británicas, el cuerpo de Brunswick y el contingente de Nassau).
  • Contingente adicional: Henry William Paget, 1er marqués de Anglesey, Lord Uxbridge (una unidad de caballería pesada y de artillería).

Ejército de Napoleón Armée du Nord (Ejército del Norte)

La organización inicial (según David Chandler) del Armée du Nord durante la Campaña de Waterloo (Total 122.721 hombres: Infantería 89.000; caballería 22.100; 9.090 artilleros con 366 cañones; Ingenieros, etc 1.978 y 553 en el Estado Mayor) fue la siguiente:


PEARL HARBOR

El ataque a Pearl Harbor fue ejecutado por la Armada Imperial Japonesa en la mañana del 7 de diciembre de 1941. El ataque sorpresa a Pearl Harbor, en la isla de Oahu en Hawái, fue dirigido contra la Flota del Pacífico de la Armada de los Estados Unidos y las fuerzas aéreas que defendían la zona.
El almirante Isoroku Yamamoto planeó el ataque como el inicio de la Campaña del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial.
El objetivo del ataque, dirigido por el vicealmirante Chuichi Nagumo, era neutralizar la flota enemiga por un largo período, con el objetivo de ocupar las colonias occidentales en el sudeste de Asia, para poder romper el embargo económico al que Japón estaba siendo sometido desde el año anterior. Una vez debilitados los Estados Unidos militarmente, Japón buscaría negociar la paz con condiciones favorables. El Alto Mando japonés deseaba evitar una guerra larga, pero aunque el Imperio Japonés salió victorioso en la acción, no logró obtener una victoria decisiva.
El ataque destruyó 13 buques de guerra y 188 aeronaves, y mató a 2.403 militares y 68 ciudadanos estadounidenses. Sin embargo, los tres portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico no estaban en el puerto y por lo tanto no fueron atacados. La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse entre seis meses y un año. Los japoneses perdieron 64 militares.
Después del ataque, el presidente Franklin Delano Roosevelt declaró la guerra a Japón, y cuatro días después, Hitler declaró la guerra a los Estados Unidos. La opinión pública estadounidense vio el ataque como un acto de traición, y la fuerza aislacionista perdió el apoyo popular, que se volcó fuertemente a favor de la guerra contra las Potencias del Eje.





Planificación del ataque
Durante los años 30, la estrategia japonesa para una eventual guerra con los Estados Unidos consistía en permitir que la Armada estadounidense realizase el primer movimiento. Submarinos japoneses deberían hostigar a la flota estadounidense desde Pearl Harbor, disminuyendo la capacidad ofensiva de la misma. Los restos de las fuerzas navales estadounidenses serían destruidos en una gran batalla naval entre Saipán e Iwo Jima.[4]
En agosto de 1939, el almirante Isoroku Yamamoto fue designado Comandante de la Flota Combinada del Pacífico. En la primavera de 1940, Yamamoto decidió modificar el plan de guerra después de observar el progreso en las maniobras de portaaviones. Yamamoto sugirió que un único y fulminante ataque contra Hawái era una alternativa para intentar destruir la flota enemiga en el Pacífico, y ocupar las colonias europeas y estadounidenses de Asia y Oceanía mientras los estadounidenses reconstruían la flota. El almirante Yamamoto predijo con gran precisión que el Reino Unido, Francia y los Países Bajos no contaban con fuerzas para defender sus colonias debido a la guerra paralela en Europa.
Una estrategia similar, de un único ataque sorpresivo y decisivo, fue la que utilizó el almirante Heihachirō Tōgō, un héroe japonés, cuando atacó sin declaración de guerra a la flota rusa en Port Arthur, dando inicio a la guerra Ruso-Japonesa. Dicho ataque permitió que Japón tuviera la superioridad naval durante el resto de la guerra.


Un precedente más cercano se encontraba en la batalla de Tarento, donde unos cuantos biplanos Swordfish ingleses lanzaron un ataque desde un portaaviones, comandado por el almirante Andrew Browne Cunningham, mucho más cercano a los objetivos que la base principal británica en Alejandría, inhabilitando a la mitad de la flota italiana y forzando su retirada a Nápoles.
Yamamoto envió una delegación naval a Italia, que concluyó que una versión más grande y mejor apoyada que la brillante maniobra de Cunningham podría forzar a la flota estadounidense a retirarse hasta California, dando tiempo para alcanzar la "Gran Esfera de Co-Prosperidad del Sudeste Asiático", lo que implicaría tomar el control de las reservas petroleras de las Indias Orientales Holandesas, que permitiría incrementar la capacidad defensiva. Más importante aún, la delegación regresó a Japón con el secreto de los torpedos de poca profundidad que los ingenieros de Cunningham habían ideado.
A inicios de febrero de 1941, Yamamoto solicitó, de manera no oficial, al almirante Takijiro Onishi, Jefe del Estado Mayor de la 11ª Flota Aérea, que estudiara la posibilidad de realizar un ataque con portaaviones contra Hawái. Onishi se dirigió a su vez al legendario Minoru Genda, cuya opinión era altamente respetada debido a los resultados brindados por sus cazas en la guerra con China.


En abril, la Operación Kuroshima fue renombrada Operación Z, haciendo referencia a la bandera Z utilizada por el almirante Togo para indicar el inicio del ataque japonés en la decisiva batalla de Tsushima.
El contraalmirante Ryunosuke Kusaka, Jefe del Estado Mayor de la 1ª Flota Aérea, recibió las notas de la operación para que lo utilizase como plan operacional. Kusaka decidió reescribir el plan con la ayuda de los comandantes Tamotsu Oishi y Minoru Genda, quien ya había estudiado la viabilidad del mismo.
A inicios de septiembre, los estrategas de la Armada Imperial Japonesa entregaron los planes detallados de la operación. La decisión de usar cuatro portaaviones en lugar de seis fue polémica y generó la protesta de varios altos oficiales. El contraalmirante Tamon Yamaguchi, comandante de los dos portaaviones que habían quedado excluidos, el Hiryu y el Soryu, no sólo no se conformó con protestar ante el vicealmirante Chuichi Nagumo, sino que al rehusar éste último a acceder, Yamaguchi le aplicó una llave alrededor del cuello. La intervención de Kusaka logró calmar los ánimos, pero Yamaguchi no sufrió ningún perjuicio por su actuación. Días después, Nagumo decidió finalmente incluir los dos portaaviones de Yamaguchi.
El comandante de bombarderos del portaaviones Akagi, Mitsuo Fuchida, recibió el mando de todos los bombarderos de todos los portaaviones.



El entrenamiento para el ataque a Pearl Harbor se realizó en la isla Kyushu.
El ataque dependía de los torpedos, pero las armas de la época requerían de aguas profundas cuando eran lanzados desde el aire. El capitán Fumio Aiko diseñó un nuevo torpedo, Torpedo tipo 91, que podía ser arrojado en aguas poco profundas. Este torpedo causó la mayoría de los daños a las naves estadounidenses. Los técnicos de armas japoneses también produjeron bombas especiales de penetración de blindaje, al incorporar aletas en proyectiles navales de 14 y 15 pulgadas. Lanzadas desde 10.000 pies (~ 3000 m), serían capaces de penetrar las cubiertas blindadas de los destructores y cruceros estadounidenses estacionados en Pearl Harbor.
El 5 de noviembre de 1941, Yamamoto emitió una orden secreta, de 151 páginas, donde se indicaba la estrategia a seguir para invadir las colonias británicas y estadounidenses en el Lejano Oriente, mientras se realizaba el ataque a Pearl Harbor.
Poco después, Yamamoto emitió una nueva orden, fijando el 8 de diciembre como la fecha de inicio de operaciones. En Hawái sería domingo 7, y la inteligencia nipona había informado de que la flota estadounidense permanecía en Pearl Harbor los domingos. Se aclaró que en caso de que la diplomacia rindiera resultados, el ataque debería ser cancelado de inmediato.


martes, 4 de octubre de 2011

TERCER MES DE EMBARAZO..!!!

Cambios físicos en la embarazada durante el tercer mes
Has llegado al tercer mes de embarazo y has superado la etapa de riesgo de aborto. Habrás engordado de 900 g a 1.300 g, un 10 % del peso total del embarazo. Tu útero tiene ahora el tamaño de un pomelo (durante el embarazo aumentará 20 veces su peso y 14 veces su tamaño), es demasiado grande y empuja por encima de tu hueso pélvico. Los nutrientes de tu sangre fluyen al bebé por tu placenta, que actúa como sustituto de pulmones, hígado y riñones para él. Es posible que notes un cosquilleo en el pecho y que la areola adquiera una coloración más oscura.



Cambios emocionales en la embarazada durante el tercer mes
Es una etapa emocionalmente un poco confusa. Es posible que se tengan sentimientos contradictorios acerca de la maternidad


Molestias y dolores
Cerca del 90% de embarazadas sufren náuseas en las primeras fases del embarazo, y de éstas, un 30% vómitos. Lo habitual es que aparezcan sólo a primeras horas de la mañana, aunque en algunos casos se pueden mantener todo el día. En la mayoría de los casos remiten a partir de la semana 15 de gestación.



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CUARTO MES DE EMBARAZO..!!!

Cambios físicos en la embarazada durante el cuarto mes
El subidón hormonal y las molestias del principio del embarazo se están apagando. Quizás notes cambios en el pelo y en la piel debidos a un mayor flujo sanguíneo, unos dos litros más hacia la semana 28ª. Tu pecho ha cambiado: los pezones aumentan y la areola se oscurece. Tus venas destacan más por el mayor flujo sanguíneo. Aparece una línea oscura (denominada línea alba) que va del ombligo al pubis, sobre todo si eres morena. El fondo del útero alcanza el hueso del pubis, por lo que comienza a aumentar el volumen del vientre y de la cadera. La placenta cumple sus funciones de nutrición, respiración, excreción y secreción hormonal


Cambios emocionales en la embarazada durante el cuarto mes
Cada vez se incrementa más el interés que sientes hacia el bebé y comienzas a soñar con frecuencia con él.


Molestias y dolores
Ha pasado la fase de incertidumbre y el temor inicial. El aumento del útero indica que el bebé aprovecha todos tus recursos para crecer, pero también implica otras molestias: en su ascenso a la cavidad abdominal, presiona, aplasta y desplaza poco a poco órganos vitales como el estómago y el intestino, lo que será causa de numerosas molestias y dolores de ahora en adelante.


Cambios en el bebé durante el cuarto mes  
En el cuarto mes de embarazo su piel es transparente y fina. Su intestino se llena de meconio y sus dedos tienen uñas y huellas dactilares. A veces tiene hipo y se pueden oir los latidos de su corazón.


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QUINTO MES DE EMBARAZO..!!!

Cambios físicos en la embarazada durante el quinto mes
Alrededor del quinto mes de embarazo, notarás que tu bebé se mueve por primera vez (hacía las semanas 17 a 20). Tu ombligo puede aplanarse y salirse hacia fuera hasta después del nacimiento. Tu útero empezará a subir por encima de tu ombligo, así que despídete de tu cintura. Y al estirarse la piel de tu tripa, puede picarte. Notarás períodos de actividad y de quietud en los patrones del movimiento del bebé. El útero alcanza el nivel del ombligo y cerca de un litro de líquido amniótico llena la bolsa

Cambios emocionales en la embarazada durante el quinto mes
Tu bebé comienza a ocupar gran parte de tu tiempo. Sueñas con él de noche y de día. Los cambios físicos producen sentimientos contradictorios.


Molestias y dolores
Han desaparecido las náuseas y los vómitos aunque puedes sufrir pequeñas molestias como ardores de estómago, congestión nasal… Estos son debidos además de a un enlentecimiento de la digestión, al cambio de la posición del estómago debido a la presión que ejerce el continuo crecimiento del bebé.


Cambios en el bebé durante el quinto mes  
En el quinto mes su cuerpo se cubre de un fino vello: el lanugo, y su piel se recubre de vernix caseosa. Además, tiene pelo, pestañas y cejas, se chupa el dedo y duerme de 18 a 20 horas al día.


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SEXTO MES DE EMBARAZO..!!!

Cambios físicos en la embarazada durante el sexto mes
A estas alturas, en el mes 6 de embarazo, has podido aumentar unos 2-3 kg y te sientes pesada o con los pies hinchados. Tus pechos pueden secretar calostro como preparación para la lactancia. Si vas a tener estrías durante el embarazo, este es el momento en el que empezarán a aparecer. Tu cuerpo se desequilibra por el peso y tu columna se modifica para compensarlo. Puedes notar las contracciones de Braxton Hicks, que preparan tu cuerpo para el parto. Tu abdomen se pondrá duro.


Cambios emocionales en la embarazada durante el sexto mes
Es un momento dulce de tu embarazo. Las molestias aún no son excesivas y el momento del parto aún queda lejano. El tiempo pasa deprisa.


Molestias y dolores
El estreñimiento puede aparecer en cualquier momento, debido a que el aumento de la hormona progesterona relaja las paredes y el movimiento intestinal; pero es partir de el segundo trimestre cuando se agrava por la presión que ejerce el útero, dado su tamaño, y que dificulta el paso de las heces.


Cambios en el bebé durante el sexto mes  
En el sexto mes de embarazo, su cara ya está casi terminada y adquiere una capita de grasa debajo de la piel. Está despierto y se mueve mucho. A partir de la semana 26 puede sentir dolor.



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